La misma.
La misma que lloró durante noches enteras, la misma que subió al cielo sin tener alas para bajar de él sin hacerse daño, la misma que dijo que nunca más volvería a creer en el amor; pero al fin y al cabo siempre la misma chica inocente de siempre que le da otra oportunidad incluso a aquello que le hizo daño.
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